WhatsApp está viviendo tiempos duros. Después del anuncio a principios de año de que iba a empezar a compartir datos con Facebook, los usuarios han empezado a huir en masa a otras aplicaciones como Telegram.

Por ello, la app de mensajería ha emitido esta semana un comunicado en su blog oficial con el que busca aplacar los miedos de sus usuarios. En este post, WhatsApp busca demostrar que esos miedos son infundados y que los mensajes que se envían dentro de su plataforma están protegidos.

Comunicado de WhatsApp

WhatsApp intenta aclarar que los cambios anunciados sólo afectan a las comunicaciones comerciales de empresas dentro de WhatsApp y no a usuarios privados. Según WhatsApp, las empresas grandes que usan su plataforma podrán “hacer uso de Facebook” para gestionar el gran volumen de correspondencia que reciben. Estos chats estarán etiquetados para que los usuarios los puedan identificar.

La gran estampida de usuarios de WhatsApp ha venido por el miedo a que los datos y mensajes enviados por WhatsApp acaben siendo usados por Facebook para elaborar perfiles publicitarios y para compartirlos con anunciantes. La mera asociación de los dos nombres ha sido suficiente para crear una enorme desconfianza.

Está por ver si estas aclaraciones surten efecto y sirven para revertir el éxodo de usuarios. Es, sin embargo, improbable que la mayor parte de los usuarios se paren a analizar los detalles técnicos.

WhatsApp asegura en uno de los puntos del comunicado que las comunicaciones privadas entre usuarios están codificadas de punto a punto y que en ningún caso se puede acceder a su contenido. Esto parece tranquilizador, pero en los siguientes puntos nos dan una idea de que para impedir que nuestros datos se compartan vamos a tener que bucear en los Ajustes de privacidad.

WhatsApp insiste en que el usuario tiene el control, pero el problema está en que, en muchas ocasiones, ese control está enterrado detrás de un muro de opciones ambiguas y farragosas cuidadosamente diseñadas para que nadie llegue a ellas y las entienda.

Precisamente, el Reglamento General de Protección de Datos recoge en su principio de transparencia la necesidad de que “cualquier información y comunicación relacionada con el tratamiento de los datos personales sea fácilmente y fácil de entender, que se use un lenguaje claro y sencillo, sin ambigüedades”.

Esta por ver si la implementación de las novedades en la política de privacidad de WhatsApp cumple con este principio y no acaban colando un gol a la privacidad por la puerta de atrás.