WhatsApp, el servicio de mensajería más usado del mundo, está forzando a sus usuarios fuera de Europa a compartir sus datos personales con Facebook, su compañía matriz.
Los usuarios europeos, aunque también se les pide estos días que acepten cambios en sus términos de servicio, no tendrán que compartir sus datos ya que Facebook no está autorizada a ello. Esto se debe que la Comisión Europea prohibió a Facebook en 2017 el uso de datos de WhatsApp y le impuso una multa de 110 millones de euros por ello. La AEPD también multó en 2018 a WhatsApp por obligar a sus usuarios a compartir datos con Facebook.
Los términos de servicio de WhatsApp dicen lo siguiente al respecto de la compartición de datos entre Facebook y WhatsApp en Europa:
«Actualmente, Facebook no usa la información de tu cuenta de WhatsApp para mejorar las experiencias con los productos de Facebook ni proporcionarte anuncios más relevantes en la plataforma.»
Si bien es cierto que esta declaración parece dejar claro que no se compartirán datos, el resto del texto introduce algunas cláusulas que pueden resultar ambiguas y que definitivamente son muy opacas para el usuario medio. Esto podría ir en contra del principio de transparencia que estipula que «toda
información y comunicación relativa al tratamiento de […] datos sea fácilmente accesible y fácil de entender, y que se utilice un lenguaje sencillo y claro.»
Para aclarar un poco la confusión -intencionada a o no- de este movimiento, la directora de Políticas de WhatsApp para Europa Niamh Sweeney ha declarado en Twitter que «no va a haber cambios en las prácticas de compartición de datos en Europa derivadas de esta actualización. La realidad sigue siendo que WhatsApp no comparte datos de usuarios de la región europea con Facebook con el propósito de mejorar sus productos o anuncios.»
Según Sweeney, la razón de esta actualización en los términos y condiciones de WhatsApp es proporcionar una información más clara y detallada a los usuarios sobre cómo se usan sus datos.
El RGPD salva en esta ocasión a los usuarios europeos de verse en la tesitura de elegir entre compartir sus datos con Facebook o dejar de usar WhatsApp. Se trata de un chantaje que sería ilegal de acuerdo con la ley garantista europea.