La tecnología no para de avanzar y lo hace a un ritmo vertiginoso. La información nunca ha sido tan fácil de acceder y compartir, los pagos por web y móvil son simples y rápidos, las búsquedas ya no requieren ni que escribamos. La tendencia es que todo se pueda hacer online y que todo esté disponible lo más rápido posible y con el menor esfuerzo.
La parte positiva de esta tendencia es la posibilidad que brinda de aumentar la productividad y optimizar los procesos tanto a nivel del consumidor como para la empresa. La parte negativa es que migrando todo a plataformas digitales, aumentan las posibilidades de que los hackers consigan atacarnos con éxito. Para evitarlo, la seguridad tiene que ser una prioridad a la hora de digitalizar procesos.
Usabilidad vs Seguridad
Pero no es fácil. Todo el mundo quiere más seguridad pero al mismo tiempo no quieren que ésta interfiera en su experiencia de usuario, algo difícil de conciliar. Nadie quiere tener que dar un paso extra para introducir un código a la hora de comprar un producto, aunque esto signifique estar mejor protegidos. El equilibrio entre facilidad de uso y seguridad es uno de los grandes retos de la seguridad digital en 2017.
Amenazas a la nube
La nube se ha consolidado como herramienta global de almacenaje de documentos para las empresas. El hecho de que cada vez sea más utilizada por grandes empresas para guardar todo tipo de información la hace un objetivo muy atractivo para los hackers. La tarea de mantener la nube segura será una de las más duras para los profesionales de las tecnologías de la información en 2017.
El Internet de las Cosas
Los objetos inteligentes y conectados se irán poco a poco haciendo más presentes en nuestras vidas y esto traerá nuevos desafíos en materia de seguridad. En 2016 ya vimos como una simple red de cámaras de seguridad fue usada para lanzar un potente ataque DDOS que inutilizó durante horas el tráfico web de parte de Estados Unidos. El Internet de las Cosas deberá ir acompañado de medidas de seguridad que impidan que acabe siendo una nueva y omnipresente puerta de entrada para los hackers.
Creciente complejidad
Otro de los grandes desafíos a los que enfrentará la seguridad de datos en 2017 será la dificultad para los profesionales de la seguridad para mantenerse al tanto de las novedades en un escenario cambiante y de creciente complejidad. Una formación específica y continua en materia de seguridad es fundamental. Es importante también la colaboración tanto entre profesionales como con las autoridades.
Transparencia
Otra de las grandes pugnas en el mundo de la seguridad es la creciente demanda por parte de los consumidores de transparencia en materia de seguridad. Esta exigencia va unida a nuevos requerimientos legales, como el que introducirá el Reglamento General de Protección de Datos, de informar puntualmente a todas aquellas personas cuyos datos pueden haberse visto comprometidos a causa de un ciberataque.