Singapur ha sufrido el peor ciberataque de su historia según los medios de este pequeño país asiático. Los hackers han golpeado a su principal institución sanitaria, SingHealth, y se han hecho con los perfiles personales de 1,6 millones de pacientes y con los datos farmacológicos de 160,000. Entre este último grupo de personas afectadas se encuentra el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, que, según informa el ministerio de sanidad singapurense fue un objetivo “específico y repetido” del ataque.
El gobierno del país ha declarado en un comunicado oficial que el ataque “no fue el trabajo de un grupo de hackers amateur o de una banda criminal”. Para ellos se ha tratado de un ataque “deliberado, muy enfocado y bien planeado”, una declaración que ha hecho pensar en la atribución de la responsabilidad a algún estado.
El primer ministro Lee comentó en su perfil de Facebook el ataque: “No sé lo que los atacantes esperaban encontrar. Quizás estaban intentando cazar algún oscuro secreto de estado, o al menos algo que pudiese ser embarazoso para mí. Si es así, estarán decepcionados. Mi medicación no es algo de lo que hable abiertamente de manera habitual, pero no hay nada alarmante en ella.” Lee añadió que los cibercriminales responsables han contado con “grandes recursos para llevar a cabo su ataque” y que tenían “grandes habilidades y determinación”.
El gobierno ha tranquilizado a la población asegurando que ningún registro de datos ha sido manipulado y que, por lo tanto, no se han alterado diagnósticos, resultados de pruebas o cualquier otra información que pudiese poner en peligro la integridad física de los pacientes. Todos lo afectados han sido contactados.