El mundo de la protección de datos y la privacidad gira en torno al Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) desde hace ya más de un año. Sin embargo, no podemos perder de vista que esta nueva regulación viene acompañada de un nuevo reglamento de ePrivacy que tendrá importantes repercusiones para los flujos de datos, personales y no personales, en entornos digitales y que se espera que entre en vigor al mismo tiempo que el RGPD.

La diferencia entre Directiva y Reglamento

La gran diferencia entre la anterior directiva y el futuro reglamento ePrivacy es que un reglamento europeo debe ser aplicado obligatoriamente por todos los países miembros de la Unión Europea, mientras que la directiva puede ser interpretada por los países dependiendo de sus peculiaridades.

Una vez que el nuevo reglamento europeo comience a aplicarse, algo que se espera que ocurra al mismo tiempo que el RGPD en mayo de 2018, todos los países de la UE deberán aplicarlo.

¿Qué es el reglamento ePrivacy?

Pero ¿qué es exactamente el reglamento de ePrivacy? Se trata de un conjunto de normas que regularán el modo en el que las compañías pueden recoger datos de individuos en Internet y que busca proporcionar a los usuarios un mayor control sobre las famosas cookies, al menos teóricamente. En España, la actual directiva de ePrivacy, que el nuevo reglamento sustituirá, sirve de base para la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información (LSSI).

Internet ha cambiado mucho desde la entrada en vigor de la actual directiva ePrivacy allá por el año 2002 y el nuevo reglamento propuesto por la Comisión Europea pretende adaptarse a los nuevos tiempos.

¿Qué novedades trae el nuevo reglamento?

Uno de los elementos clave del nuevo reglamento será la gestión de las cookies, esos pequeños componentes presentes en prácticamente todas las webs que se encargan de recoger información sobre las visitas y los usuarios. La regulación de las cookes en la anterior directiva ha recibido numerosas críticas por ser tan invasiva como ineficiente, exigiendo que cada web pida permiso para utilizar cookies cuando en la práctica, la instalación ya se ha producido (va implícita en la misma visita).

Una de las propuestas estrella del nuevo texto es el de acabar con los incómodos banners de consentimiento cada vez que visitamos una página por primera vez. La alternativa que plantea el nuevo reglamento es la de permitir a los usuarios fijar sus preferencias sobre cookies en el propio navegador. En otras palabras, los usuarios de Internet podrán elegir el grado de rastreo que permiten a las páginas que visitan. Podrán optar por autorizar todas las cookies, ninguna o sólo algunas. Las páginas tendrán que leer las preferencias de cada usuario para ejecutar las que puedan.

Un potencial problema de este nuevo sistema es que puede acabar derivando en un mayor uso de los tan temidos banners ya que muchas páginas tendrán que pedir al usuario que cambie sus opciones de rastreo para poder acceder a su servicio. Y, además, lo tendrán que hacer cada vez que el mismo usuario visite la página.

Otro aspecto relevante, sobre todo para los medios online, es que estarán autorizados a usar detectores de ad blockers, para de ese modo no servir contenidos a aquellos usuarios que decidan instalarlos.

El nuevo reglamento traerá también unas reglas más estrictas para las omnipresentes apps de mensajería como WhatsApp o Telegram. En concreto, tendrán que respetar las mismas condiciones de seguridad y confidencialidad que actualmente se exigen a las empresas de telecomunicaciones para los SMS.