Cuando vistamos páginas en Internet y damos nuestra conformidad al uso de cookies, estamos autorizando a los sitios que visitamos y también a las plataformas publicitarias a las que están adscritos, a saber un poco más sobre nosotros y nuestros gustos.
Este proceso por el cual las plataformas online recogen y almacenan información sobre sus usuarios para luego usarla en sus campañas se denomina targeting de conducta.
¿Cómo funciona el targeting de conducta?
Imaginemos que se nos ha averiado la nevera y necesitamos comprar una nueva. Hacemos una búsqueda en Google y visitamos una serie de páginas sobre neveras. El usuario no nota nada, pero cada página que visita con mucha probabilidad colocará una cookie en el navegador que lo identifica como un usuario interesado en ese producto específico.
El resultado es que tanto Google como otras páginas ya saben que estamos buscando una nevera y eso significa que cada vez que visitemos un sitio adscrito a la Google Advertising Network (la red de páginas que ofrecen su espacio a la publicidad de Google) o la plataforma publicitaria a la que hayamos (inadvertidamente) estado expuestos, nos encontraremos con anuncios relevantes para esa necesidad que el buscador sabe que tenemos. En otras palabras, nos encontraremos con anuncios de neveras en muchas de las páginas que visitemos.
Esta técnica se llama remarketing en el lenguaje publicitario y es una de las aplicaciones más frecuentes del targeting de conducta que los anunciantes tienen a su disposición.
¿Qué criterios tienen que cumplir los sitios para realizar técnicas de targeting de conducta?
Como cualquier otro servicio realizado a través de un canal digital, cualquier empresa de publicidad digital debe cumplir con lo estipulado por la LSSI.
Como añadido, las propias plataformas tienen sus propias directrices que se deben seguir a la hora de usar estas técnicas. Google, por ejemplo exige a los anunciantes de su red AdWords una serie de obligaciones relacionadas con lo que ellos denominan publicidad basada en intereses. Entre ellas se encuentran estas:
- Se debe informar del uso de esta técnica en la Política de privacidad del sitio.
- No se está autorizado a realizar compañas de publicidad basada en intereses que recoja información que sirva para identificar a una persona, esto incluye: dirección de correo electrónico, números de teléfono, números de tarjeta de crédito, etc…
Si se aplica siguiendo la ley, desde un punto de vista meramente legal, no hay nada de ilícito en el rastreo al que somos sometidos cotidianamente como usuarios de Internet. Como nos sintamos ante esta idea es algo enteramente personal.