Mantener tu coche seguro suponía esconder los artículos de valor, cerrar las ventanillas o conectar la alarma si tienes una. Pero ahora hay una amenaza para la seguridad de tu coche en la que muchos no caen: los hackers. Todo lo que está conectado es susceptible de ser hackeado, incluido tu coche.

Pero… ¿puede tu coche realmente ser víctima de un ataque hacker? La respuesta es que sí. Con todos los avances con los que salen de fábrica, los coches de hoy en día son ordenadores con ruedas vulnerables a fallos de software, virus informáticos y hackers. Y no sólo nos referimos a los coches inteligentes con funciones avanzadas o los coches autónomos. Cualquier coche fabricado en los últimos cinco años puede sufrir un daño considerable a manos de un hacker.

Cómo un hacker puede atacar tu coche

Si te estas preguntando si un hacker puede tomar el control de tu coche mientras conduces a más de 100 km/h por la autopista, la respuesta es afirmativa. Puede y, de hecho, ya ha habido casos. No es ni mucho menos habitual ni sencillo, pero sí es posible.

Pero ¿cómo puede un hacker tomar el control de tu coche? ¿qué técnicas utiliza? Estas son algunas de ellas:

Deshabilitar los frenos: en los coches más modernos, el freno no sólo se activa aplicando presión sobre el pedal con nuestro pie. El sistema de frenado está constantemente monitorizado por un sistema que detecta la necesidad de frenar y, si es necesario, toma el control del coche. Si un hacker se hace con el control de este sistema de frenado, podrá detener nuestro coche a su antojo de manera remota.

Avisos de reparaciones: los vehículos inteligentes cuentan con sistemas de autodiagnóstico que nos avisa si surge algún problema mecánico. Un taller sin escrúpulos podría trucar este sistema para activar un falso aviso de avería y provocar una visita al taller innecesaria.

Manipulación del infotainment: si un hacker toma el control de los sistemas de un vehículo, puede hacer cosas molestas como cambiar la emisora de radio o tan potencialmente dañinas como cortar la señal de GPS o el destino.

Hackear la apertura por proximidad: muchos coches modernos se abren automáticamente en cuanto detectar la señal que emite la llave. Esta apertura por proximidad es muy cómoda pero entraña el riesgo de que los hackers empleen repetidores de señal para que el coche se abra aunque la llave se encuentre más lejos del rango normal de apertura.

Descargar datos de conducción: muchos coches registran datos de conducción y los mandan a la nube. Si un hacker accede a estos datos se tratará de una grave invasión de nuestra privacidad porque podrá saber dónde vivimos, dónde trabajamos, cuál es la escuela de nuestros hijos, en definitiva, una cantidad enorme de datos de carácter muy personal.

Acceso al teléfono móvil: conectar nuestro teléfono móvil al coche se ha convertido en un gesto cotidiano para muchos conductores. Para los hackers, el coche se puede convertir en una puerta de entrada a nuestro smartphone y, a través de él, a nuestras tarjetas de crédito, contraseñas o datos bancarios.

Control de la climatización: en un coche conectado, la climatización es un sistema más que puede ser hackeado. Esto puede no producir más allá de una molestia, pero en lugares muy fríos o calurosos, la climatización puede ser un asunto de vida o muerte.

¿Cuál es el riesgo de sufrir un ataque hacker en tu coche?

A pesar de que todas estas vulnerabilidades suenan muy terroríficas, las posibilidades de sufrir un ataque de este tipo hoy en día son bajas. Sin embargo, a medida que los coches incrementen su conectividad y su dependencia de sistemas remotos, estos riesgos no van a hacer otra cosa que aumentar.

Los hackers se mueven por incentivos y, por el momento, no hay mucho que ganar de tomar el control de un coche de manera remota más allá de pegarle un buen susto al conductor.

Pero mejor estar prevenido sobre estos riesgos porque son reales. La implantación masiva del 5G con sus velocidades y capacidades de conexión vertiginosas pueden hacer que este tipo de ataques puedan ser más habituales.