La canciller alemana Angela Merkel ha llamado a los miembros de la Unión Europea a adoptar una aproximación pragmática a la hora de aplicar el nuevo Reglamento General de Protección de Datos europeo (RGPD) ya que una interpretación demasiado restrictiva podría poner obstáculos al desarrollo del big data.
Merkel advirtió de que el desarrollo de grandes proyectos de big data es fundamental para que la industria europea se mantenga competitiva y que la nueva regulación debería de crear un marco sólido a partir del cual pudiesen surgir nuevas iniciativas de big data. La nueva regulación no debería por tanto ser para Merkel un obstáculo para este tipo de iniciativas sino un catalizador para el desarrollo tecnológico.
Merkel subrayó también la necesidad de que la nueva regulación prevenga los excesos en el uso de datos personales por parte de las empresas.
La postura de la canciller alemana sorprende por la habitual línea dura de las autoridades alemanas en todo lo relativo a la protección de datos. La preocupación por una pérdida de competitividad de la industria en un momento de cambio tecnológico vertiginoso se perfila como la principal razón para la matización de la postura de Alemania.
El big data está siendo uno de los pilares en los que se basa el progreso tecnológico actual. Por ejemplo, el desarrollo de tecnologías como el vehículo autónomo, llamado a revolucionar por completo el sector automovilístico, se basan en gran medida en el análisis de ingentes cantidades de datos de usuarios. Este sector es uno de los más fuertes de la industria alemana.