Quizá nunca hayas escuchado hablar de un Data Broker pero lo más probable es que cada día, sin saberlo, te encuentres con más de uno en tu vida cotidiana. Básicamente, un data broker es una compañía que se dedica a recopilar datos de consumidores, sobre todo en entornos digitales, y a revenderlos.
A este tipo de compañías se les llama en ocasiones Empresas de Información de Consumo (Consumer data company en inglés) y se dedican a conseguir datos de consumidores por todos los medios que pueden a lo largo y ancho del planeta para luego venderlos. Pero ¿quién puede querer toda esa información? Pues todas aquellas empresas que se benefician de conocer datos de consumo que hoy en día son muchas.
Estas empresas quieren conocer hábitos de compra, estilos de vida, preferencias, gustos e incluso estados de salud… cualquier cosa que pueda ayudar a mejorar su rendimiento comercial.
Un modo muy frecuente de operar por parte de este tipo de compañías es el de ofrecerse como monitorizadores de rendimiento publicitario o Ad Counters. Este servicio consiste en contabilizar el número de veces que un anuncio es servido por un medio de comunicación y al anunciante le sirve para comprobar que su publicidad ha sido mostrada realmente y no ha habido fraude. El problema es que para hacer esta contabilización, el Data Broker introduce su propio código de rastreo en el anuncio y se hace, mediante cookies, con una ingente cantidad de información acerca del usuario.
Por poner un ejemplo, imaginemos que hacemos click en un anuncio de un periódico online, lo más probable es que entre el click y el momento en el aterrizamos en la página publicitaria vamos a ser redireccionados varias veces y se nos van a instalar una serie de cookies, todo ello muy rápido. En la imagen que acompaña este artículo, realizada usando la herramienta de medición de privacidad Lightbeam para Firefox, los círculos representan los sitios a los que un usuario ha accedido voluntariamente y los triángulos representan todos los sitios de terceras partes con los que el usuario se conectado sin darse cuenta. En total hay cuatro círculos que han propiciado casi 100 conexiones no buscadas.
¿De quién son estas conexiones? Muchas de ellas pueden ser sencillamente enlaces a contenidos externos como un video en YouTube pero muchos de ellos se pueden corresponder con los llamados Data Brokers, que con sus cookies de terceros, pueden obtener y revender la información de navegación de los usuarios.
Este tipo de compañías no operan exclusivamente en Internet sino que también se pueden encontrar en ámbitos offline. Sim embargo, en los entornos digitales sus métodos son mucho más difíciles de identificar.
El problema de la invasión de la privacidad que suponen este tipo de prácticas no ayuda en absoluto a la buena imagen de la publicidad por Internet, necesaria para la supervivencia de los medios digitales, pero que necesita de una mayor transparencia. Además, las continuas redirecciones y conexiones a distintos servidores afectan a la experiencia web del usuario que en los últimos tiempos ha empezado a recurrir a los Ad Blokers para frenar estas prácticas.
Es importante mantenerse alerta tanto por parte de los consumidores como de las autoridades para que este tipo de prácticas no afecten a algo tan vital hoy en día como es la comunicación digital.