Entre las muchas labores que desempeñan los colegios profesionales, una de las más importantes es la de ser garantes de la profesionalidad de sus colegiados. Esto, en la práctica, se lleva a cabo mediante una consulta en el Registro Nacional de Titulados Universitarios en la que se coteja la documentación aportada por el solicitante con los registros oficiales.

En otras palabras, si alguien dice ser médico, farmacéutico o ingeniero, el colegio correspondiente tiene la responsabilidad de cotejar que el título aportado por ese médico, farmacéutico o ingeniero es legítimo y verdadero. Este paso evita que se produzcan casos de falsificación de títulos que, si bien son raros, sí se han dado en diversas ocasiones.

El método, ya citado, que permite a los colegios profesionales asegurarse de que una persona que solicite colegiarse esté acreditada para hacerlo es la consulta del el Registro Nacional de Titulados Universitarios Oficiales. Cada colegio profesional dispone de un acceso a este registro en el cual puede cotejar los datos académicos aportados por el solicitante.

Sin embargo, es importante señalar que la consulta de este registro precisa de un consentimiento previo del interesado y, por ello, es indispensable que se incluya una declaración explícita de consentimiento en el formulario de solicitud de colegiación.

Estos dos pasos, es decir, primero solicitar consentimiento al interesado para cotejar sus datos académicos con el registro y posteriormente realizar esta comprobación, constituyen una medida tan sencilla como efectiva en la prevención de posibles casos de falsificación de títulos. Además, el consentimiento protege al Colegio Profesional ante posibles reclamaciones por incumplimiento de la regulación en materia de protección de datos.