La firma electrónica, válida en toda Europa

Desde el pasado 1 de julio ha entrado en vigor el Reglamento UE 910/2014 del Parlamento Europeo que sustituye las leyes nacionales sobre identificación electrónica de los 28 países de la UE y establece un mercado interno sin barreras para transacciones entre países. En términos prácticos el nuevo reglamento supone que los distintos sistemas electrónicos de identificación utilizados en cada país serán aceptados en todos los estados miembros de la UE.
El hecho de que los métodos de identificación electrónica de cada país sean reconocidos en todos los países de la UE conlleva una gran simplificación de la burocracia para las empresas que podrán reducir su dependencia del papel físico. Por ejemplo, ahora un cliente en Alemania podrá firmar un contrato con una empresa en España usando la firma electrónica alemana y será plenamente reconocida por las autoridades españolas como válido.
La regulación establece que cualquier autoridad judicial de cualquier país de la UE puede reconocer como válidas las firmas electrónicas de ciudadanos de cualquier país europeo. Por ejemplo, una firma electrónica francesa puede ser reconocida por una autoridad judicial portuguesa, italiana o belga. Esto será especialmente útil en casos en los que la validez y autenticidad de un documento sea objeto de disputa.
Este hito legal supone un espaldarazo a la firma electrónico como prueba de identidad. Las empresas de la UE tendrán ahora la oportunidad de mejorar su eficiencia y reducir el papeleo gracias a este nuevo mercado interno europeo de transacciones. Las entidades que lo venían usando hasta el momento en sus respectivos mercados nacionales podrán expandir su uso más allá de sus fronteras sin necesidad de cambiar sus métodos.