La nueva Directiva de Servicios Digitales, en sus últimos trámites de aprobación, tiene como objetivo crear un nuevo estándar global de control de las grandes plataformas de internet que “convertirá en ilegal en la red todo lo que sea ilegal en el mundo real”, según declaraciones oficiales del Parlamento europeo.
La Directiva incluye nuevas reglas que requerirán que las grandes plataformas tecnológicas -incluyendo Facebook e Instagram (propiedad de Meta), y YouTube (propiedad de Google)- evalúen y gestionen los riesgos inherentes a sus servicios, como la promoción del odio o la diseminación de desinformación.
Por primera vez, las grandes compañías tecnológicas tendrán que entregar auditorias anuales independientes y colaborar con los reguladores, los investigadores y la sociedad civil. Esta colaboración incluye el acceso a los secretos de sus algoritmos y al uso que se hace de los datos dentro de su plataforma. Se acabarán por tanto las “cajas negras”, esas zonas inaccesibles que estaban fuera del escrutinio y el control de los ciudadanos y las autoridades.
Unas plataformas más responsables
La nueva Directiva obligará a lo que denomina servicios de intermediación como las redes sociales o marketplaces como Amazon a tomar medidas para proteger a sus usuarios frente a los contenidos, productos o servicios ilegales. Para ello se sirve de varias disposiciones que recogemos a continuación:
Responsabilidad del algoritmo: tanto la Comisión Europea como los estados miembros tendrán acceso a los algoritmos de las grandes plataformas.
Retirada rápida de contenidos ilegales, incluyendo productos y servicios: los usuarios verán como sus quejas son atendidas con celeridad y que, en caso de que lleven a una penalización, ésta tendrán que ejecutarse rápidamente.
Los derechos fundamentales también deben ser protegidos en entornos digitales: esto incluye la libertad de expresión y el derecho a la privacidad y la protección de datos.
Mayor responsabilidad de los marketplaces digitales: deberán asegurarse de que los consumidores pueden comprar de un modo seguro aumentando los controles sobre los vendedores y asegurándose de que la información sobre los productos es correcta.
Protección de víctimas de ciberacoso y violencia en la red: se hace mención especial a la compartición de contenidos ilegales sin permiso como el denominado “revenge porn” con la obligación de retirarlo inmediatamente.
Multas: las plataformas digitales podrán recibir sanciones de hasta el 6% de su facturación mundial.
Menores exigencias para las pequeñas y medianas empresas así como más tiempo para adaptarse: se pretende así apoyar la innovación y no perjudicar a los actores más pequeños del mercado que no disponen de los mismos recursos que las grandes corporaciones para adaptarse con celeridad a los nuevos requerimientos.
Un espacio más seguro para los usuarios
Las nuevas obligaciones de transparencia para las plataformas permitirán a los usuarios estar mejor informados sobre cómo funcionan las recomendaciones de contenidos y cómo pueden optar por no ser objeto de segmentación basada en comportamiento (profiling).
La publicidad digital también deberá ser más transparente y se prohibirá la segmentación basada en datos sensibles como la orientación sexual, la religión o la raza.
Los menores tendrán una especial protección incluyendo una prohibición total de impactarlos deliberadamente con publicidad con publicidad basada en su condición de menores.
La manipulación con técnicas de “patrón oculto” estarán prohibidas: no se podrá dirigir de manera inadvertida a un usuario hacia una compra, por ejemplo, dando más visibilidad a un producto más caro o de una marca propia o interfiriendo en su experiencia de compra.
Los usuarios tendrán derecho a compensación en caso de que no se respeten sus derechos.
Próximos pasos
El Parlamento Europeo y el Consejo de Europa ya han alcanzado un acuerdo político sobre la Directiva de Servicios Digitales. La adopción y entrada en vigor formas se llevará a cabo en los próximos meses.