La Agencia de Protección de Datos de Dinamarca (Datatylsinet) ha prohibido el uso de los productos de ofimática de Google, llamados Google  Workspace, por no cumplir con los requerimientos del Reglamento General de Protección de Datos.

La Datatylsinet llevaba desde 2020 monitorizando el uso de Google Workspace en las escuelas de primaria de la localidad de Helsingor y la semana pasada  dictaminó que las autoridades locales no pueden usar servicios de Googles tales como Gmail, Google Docs o los ordenadores Chromebook.

La Datatilsynet ordenó la suspensión de cualquier tratamiento de datos por parte de Google y de su transferencia a Estados Unidos hasta que los problemas de compliance sean resueltos.

El caso partió de una denuncia de un padre en 2019 en la que exponía el hecho de que su hijo había abierto un canal en YouTube bajo su propio nombre usando un Chromebook. La escuela no observó nada anómalo en este hecho pero la denuncia y el conocimiento de otros casos similares llevaron a la apertura de una investigación sobre el uso de Google Workspace en espacios educativos.

La decisión podría tener implicaciones más allá de Helsingor y llevar a una prohibición general del uso de Google Workspace en el sector educativo danés.

“La autoridad de protección de datos danesa quiere llamar la atención sobre el hecho de que muchas de las conclusiones de esta decisión serán aplicables a otras municipalidades que usan la misma estructura de tratamiento. La agencia danesa espera, por tanto, que estas municipalidades den los pasos necesarios sobre la base de esta decisión”, comentó en un comunicado la Datatylsinet.

No está claro si esta decisión afectará al uso de Google Workspace por parte de empresas del sector privado o si otras autoridades europeas adoptarán posturas similares. El hecho de que se hayan encontrado casos de transferencias de datos de ciudadanos daneses a Estados Unidos puede ser un motivo para que otros países tomen posiciones similares.

Este último punto es el más problemático para Google dado que la autoridad danesa ha descubierto que, aun cuando se selecciona un servidor europeo para el almacenamiento de datos, Google se reserva el derecho a usar sus servidores americanos como apoyo.

La autoridad danesa también destaca la falta de una evaluación de impacto por parte de la municipalidad y de una puesta en marcha de medidas de seguridad que podrían haber prevenido el tratamiento irregular de datos.