338 a favor y 215 en contra. Así quedó la votación en el Parlamento Francés sobre la app de rastreo de contactos dirigida a frenar la expansión del coronavirus.
La app, llamada StopCovid usará tecnología bluetooth para que los móviles puedan localizar a otros teléfonos próximos que también la tengan instalada. Es decir, si un contacto no la tiene instalada, no quedará registrado.
Una vez que alguien resulte positivo por COVID-19, la aplicación enviará una alerta a todas aquellas personas que hayan estado en contacto con el enfermo durante más de 15 minutos y que también tengan la app instalada. De este modo podrán tomar medidas de cuarentena para prevenir la expansión del virus.
La app no revelará la identidad de la persona que haya dado positivo en las pruebas del COVID-19.
Este tipo de apps han sido puestas en duda desde el principio por el temor a que los datos de localización pudieran ser usados para otros fines. El ministro de Economía Digital francés ha respondido a las dudas afirmando que estos datos no se usarán para otros fines y que no se accederá a la geolocalización de las personas que tengan instalada la app.
A pesar de estas promesas, varios parlamentarios franceses manifestaron su oposición rotunda a la app, que estará disponible a partir de la próxima semana para descarga tanto para Android como para iPhone.
El gobierno francés está dando una gran importancia a la localización de contactos para cada nuevo caso confirmado de COVID-19. De este modo se quiere impedir cualquier posibilidad de un nuevo brote. Desde hace semanas, equipos de profesionales sanitarios se dedican a compilar manualmente listas de contactos de cada nuevo positivo. La idea es que esta app apoye este esfuerzo ayudando a localizar a un número mayor de personas que hayan estado en contacto con enfermos.
La recopilación manual de contactos se limita a aquellos que el enfermo puede recordar y, por lo tanto, no incluirá a personas anónimas con las que se pueda haber cruzado en un lugar público. Esta app podría sortear estas limitaciones.
Los expertos estiman que, para que esta app sea efectiva en el control de la pandemia, tendría que ser empleada por el 80% de la población. Sin embargo, el carácter voluntario de su instalación hará muy difícil que se alcancen estos niveles de uso. La agencia francesa de protección de datos (CNIL) ha advertido de que su uso debe ser voluntario y que no se puede penalizar a aquellas personas que no la usen.