Faceapp es el último gran acontecimiento viral de Internet. Se trata de una aplicación móvil a la que podemos subir fotos de nuestras caras para que nos muestren cómo seremos de mayores. En una semana, esta app pasó del anonimato a ser usada por millones de personas incluidas celebridades como David Bisbal, Juanes o Courtney Cox.
Pero de la diversión y la broma de vernos transformados en ancianos se pasó en cuestión de horas al temor cuando se empezó a indagar sobre el origen de la app y las condiciones de sus servicios.
Faceapp es una empresa rusa y, como no, la alarma sobre su uso saltó en Estados Unidos de la mano del senador del partido demócrata Chuck Schumer que, en Twitter, dio la voz de alarma instando a la gente a no descargarse Faceapp y pidiendo al FBI que investigase el caso en aras de la seguridad nacional.
La denuncia del político norteamericano dio el pistoletazo de salida a la apertura de varias investigaciones en países como los propios Estados Unidos, Polonia, Irlanda o el Reino Unido y supuso el fin de la locura por Faceapp ya que la gente empezó a percibir su uso como una amenaza para su privacidad. Pero, ¿es realmente así?
¿Por qué se considera Faceapp una amenaza?
Las razones por las que se dio la voz de alarma sobre Faceapp son fundamentalmente dos.
La primera y a la que más peso se le ha dado ha sido el hecho de que es una app con base en la ciudad rusa de San Petersburgo. El origen ruso la hace automáticamente sospechosa para muchos, sobre todo tras las acusaciones de injerencia en las últimas elecciones presidenciales de 2016 en las que Donald Trump salió elegido supuestamente con el apoyo de Rusia a través de una campaña de desinformación y hackeo.
La segunda razón son las condiciones de servicio en las que se estipula que, al usar la app, se ceden todos los derechos sobre las fotografías a Faceapp. Además, cuando subimos una fotografía, el filtro de envejecimiento se aplica en los servidores de la propia Faceapp por lo que la imagen viaja fuera de nuestro dispositivo a un país tercero fuera de la Unión Europea.
¿Es realmente peligroso usar Faceapp?
La respuesta a esta pregunta no puede ser un categórico sí o no. Después de analizar los términos y condiciones y las alegaciones de la empresa, podemos decir no son más abusivos que los de grandes plataformas que usamos a diario como Facebook, Snapchat o Google. La pregunta sería: si nos fiamos de Facebook ¿por qué no vamos a fiarnos de Faceapp? Quizá la mejor respuesta en este caso es que no deberíamos fiarnos de ninguna de las dos y exigir a las autoridades una vigilancia mayor de las operaciones de estas plataformas y un cumplimiento total de la legislación vigente.
En lo que se refiere a la procedencia de la empresa, al hecho de que sea rusa, cabe preguntarse el nivel de confianza que nos deben inspirar las grandes plataformas de Silicon Valley. Como quedó patente en el caso Snowden, la cesión de datos personales entre los gigantes de internet americanos y las agencias de seguridad y espionaje se ha producido en el pasado y no hay garantías suficientes de que no se siga produciendo. El RGPD exige que cualquier cesión de datos a terceros países se haga garantizando “un elevado nivel de protección de los datos personales”. La pregunta que cabe hacerse es si Estados Unidos está demostrando ese nivel de protección más que otros países con peor reputación como Rusia. La respuesta, desgraciadamente, no está clara.