Según un estudio llevado a cabo por el Reuters Institute de la Universidad de Oxford sobre sitios web de noticias, el uso de cookies de terceras partes ha caído un 22% entre abril y julio de este año 2018.
El informe (PDF), que ha monitorizado páginas web de siete países de la UE entre los que se encuentra España, constata que Google, Facebook y Amazon siguen siendo las fuentes mayoritarias de cookies aunque bajan ligeramente. En abril, el 97% de las páginas de noticias tenían una cookie de Google, en abril eran el 96%. Facebook ha caído un poco más -cinco puntos- del 75% al 70, algo que puede deberse al escándalo de Cambridge Analytica.
Otro estudio reciente, realizado por un equipo germano-americano sostiene que las empresas son ahora más transparentes y claras a la hora de informar el uso de cookies en sus sitios web. Esto viene demostrado por el hecho de que, en junio de este año, un 62.1% de las 6,759 páginas web estudiadas (entre las de más tráfico del mundo) desplegaban mensajes pidiendo consentimiento y enlazando con sus políticas de privacidad. Esto supone un incremento del 16% respecto al periodo anterior a la entrada en aplicación del RGPD.
El informe también halló una mayor variedad en el tipo de banners de consentimiento usados. Mientras que antes solían ser todos iguales y muy limitados en cuanto al volumen de información, ahora tienden a ofrecer una información más clara y a abordar con mayor creatividad y usabilidad el reto de obtener el consentimiento del usuario para el tratamiento de datos. Se ha incrementado el uso de botones de consentimiento y, en algunos casos, se ha intentado implementar un modelo en el que el usuario puede seleccionar mediante casillas el tipo de información que desea compartir.
El número de páginas con políticas de privacidad se ha incrementado en un 4.9% desde la entrada en aplicación del RGPD. Un dato curioso es que la mitad de las páginas que actualizaron sus políticas de privacidad, lo hicieron después de la fecha límite del 25 de mayo de 2018.
La conclusión del estudio es que el RGPD está teniendo un efecto positivo para la transparencia y la privacidad, pero que esto puede llevar a una falsa sensación de privacidad y seguridad ya que los niveles de rastreo permanecen iguales al periodo pre-RGPD.
El estudio aboga por directrices más claras para los proveedores de servicios digitales sobre todo en el terreno de las cookies, donde los fundamentos legales para su uso todavía plantean muchas dudas. También destaca la necesidad de un acuerdo a nivel sectorial sobre cómo implementar protocolos como “Do not track” que permitan a los usuarios optar por no ser rastreados.
Por último, el estudio expresa la esperanza de que la próxima aprobación del nuevo reglamento de ePrivacy arroje luz sobre los puntos más confusos del RGPD.