Los datos personales de los autónomos en España -datos como nombre y apellidos, DNI y domicilio- están al alcance de cualquiera según un estudio publicado por el portal Xnet. Estos datos provienen de fuentes públicas como el Registro Mercantil, las Cámaras de Comercio o el Censo Público de Empresas y llegan a convertirse en una mercancía que se compra y se vende por parte de algunos proveedores que los recaban y ofrecen a través de internet.
La base legal para que estos datos sean de dominio público es el interés legítimo de aquellas personas que quieran contratar o establecer algún tipo de relación profesional con un autónomo. Sin embargo, este acceso sin límites de ningún tipo para cualquier persona -tenga un interés profesional o no- podría considerarse excesivo y lesivo del derecho a la privacidad de los autónomos.
A esto se añade la reciente -y polémica- decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en la que dictaminó que las empresas no están obligadas a revelar quiénes son sus dueños de manera pública. Una decisión que provocó el rechazo de muchos sectores al considerar que favorecía la opacidad financiera y facilitaba el lavado de dinero.
Si las empresas no están obligadas a revelar la identidad de sus propietarios ¿Por qué deberían los autónomos dejar su identidad y su domicilio accesible para todos?
El estudio de Xnet ha observado también que no todos los autónomos tienen sus datos abiertos, sino que normalmente se trata de aquellos con menor poder adquisitivo y no pertenecientes a colegios o asociaciones profesionales. Se trata de aquellos que desempeñan actividades del pequeño comercio, la limpieza, el transporte, los cuidados y los tratamientos y servicios personales.
El criterio para la disponibilidad pública de los datos no está, por tanto, definido y, dado el volumen de personas afectadas por esta situación, debería existir un criterio claro sobre el tipo de datos relativos a trabajadores autónomos que están disponibles públicamente.
Además, es primordial que los trabajadores autónomos entiendan los derechos que les asisten en materia de protección de datos a través de campañas específicas que no sólo pongan el acento sobre sus deberes.
Cualquier trabajador autónomo que encuentre sus datos expuestos en la red sin su consentimiento puede acudir a la Agencia Española de Protección de Datos para solicitar su supresión en este enlace.