Chrome, el navegador más usado del mundo, se dispone a incorporar una serie de cambios que podrían servir para avanzar en la transparencia de una de las herramientas más controvertidas de Internet: las cookies.
Las cookies, esos pequeños archivos que se descargan en nuestro terminal cada vez que accedemos a una página web, son hoy en día clave para el funcionamiento del ecosistema web. Las cookies de primeras partes, esas que corresponden al dominio que estamos visitando, nos ayudan, por ejemplo, a agilizar la navegación registrándonos automáticamente en nuestra cuenta de correo electrónico o recordando las credenciales de acceso a nuestro banco.
Pero el problema viene de las cookies de terceras partes, esas que los anunciantes, redes sociales y data brokers de todo tipo y reputación usan para recabar cuanta más información puedan sobre los usuarios. Estas cookies son la razón por la que la Unión Europea obligó a instalar el famoso banner de consentimiento que, a pesar de sus buenas intenciones, no ha servido para mejorar la transparencia y el control del usuario sobre sus datos incluso después de la entrada en aplicación del RGPD.
Desde este blog hemos insistido en varias ocasiones en que la única solución viable para el problema de las cookies tendría que llegar de los propios navegadores. Sin embargo, el problema que se planteaba era que bloquear todas las cookies a nivel de navegador llevaría a un empobrecimiento de la experiencia del usuario. Después de todo, a nadie le gusta tener que escribir su usuario y contraseña cada vez que visita una tienda online como Amazon o un servicio de correo electrónico como Gmail. ¿Cómo lograr un sistema que permita las cookies “buenas” y bloquee las cookies “malas”? Ese es el reto y parece que es un reto que Chrome ha logrado superar.
En un reciente artículo en su blog, los responsables de Chrome han anunciado una completa actualización de la gestión de las cookies dentro de su navegador. Este sistema permitirá a los usuarios configurar su navegador de modo que no cargue las cookies de terceros, pero sí aquellas necesarias para el buen funcionamiento del sitio.
Mayor transparencia publicitaria
Google también ha anunciado que aumentará el volumen de información al usuario sobre los criterios que se han seguido para servirle publicidad. Una de las grandes lagunas de la publicidad por Internet es que los públicos son divididos en grupos de acuerdo con ciertos criterios que les son completamente desconocidos. A través de diversas herramientas que aparecerán en los propios anuncios en forma de enlaces con textos del tipo “¿Por qué estoy viendo este anuncio?” los usuarios podrán tener algo más de información sobre el funcionamiento interno de la publicidad que les impacta.
¿Por qué toda esta transparencia por parte de Google?
Por una parte, Google vive de la publicidad y la percepción general de que el tema de las cookies y la privacidad se les está yendo de las manos podría llegar a afectar a sus resultados. Por lo tanto, la transparencia y la protección de la privacidad redunda en última instancia en su beneficio.
Por otro lado, el Reglamento General de Protección de Datos se está demostrando implacable con las grandes plataformas y es sólo una cuestión de tiempo que se aborde de manera exhaustiva el descontrol en el que vive actualmente el sector publicitario en Internet. Google podría estar optando por adelantarse a la herida y poner algunas vendas muy necesarias que atajen buena parte de los abusos que se están produciendo hoy en día y que esta misma semana hemos abordado en nuestro artículo sobre microsegmentación.