Las memorias USB son pequeñas y se pueden usar en prácticamente cualquier dispositivo medianamente moderno independientemente del sistema operativo. Estas características las hacen especialmente cómodas para llevar siempre con nosotros datos allá donde vayamos pero también especialmente fáciles de extraviar. Por lo tanto, siempre que se almacenen datos sensibles en una memoria USB es conveniente protegerlos por si acaso acaban en las manos equivocadas.
Afortunadamente, existen una serie de técnicas que podemos aplicar para proteger los datos que contiene una memoria USB usando contraseñas y cifrado.
1- Comprar una memoria USB segura
Las memorias USB seguras son un poco más caras que las normales pero a cambio nos brindan una serie de medidas de seguridad de serie que nos harán la vida más fácil a la hora de echarle el candado a nuestros datos bien sean facturas, datos bancarios o cualquier otro tipo de documento confidencial. Las mejores unidades de USB seguras son aquellas que combinan el cifrado del hardware con la protección mediante contraseña creando una doble capa de seguridad. Si alguien intenta acceder y prueba varias contraseñas, estos dispositivos normalmente borran los datos al cabo de varios intentos por lo que también nos dará un nivel extra de tranquilidad si se extravía ya que los datos acabarán siendo borrados de manera automática.
2- Guarda tus documentos manualmente con contraseña
Si no quieres invertir en una memoria USB segura y tampoco te quieres complicar mucho la vida creando particiones de seguridad, una medida simple y efectiva de proteger nuestros documentos es aplicarles una contraseña con el programa que usamos para crearlos. Esta medida de seguridad se pasa muchas veces por alto y es realmente práctica y sencilla. Aplicaciones como Word (Archivo > Información > Proteger documento), Excel o Adobe Acrobat la incluyen.
Si nuestra memoria USB cae en las manos incorrectas y se intenta abrir los documentos, se encontrarán que sin las contraseñas será imposible. Sencillo, gratuito y muy efectivo.
3- Crea una partición de seguridad dentro de tu memoria USB
Aquí es cuando las cosas se empiezan a complicar aunque, si disponemos de un poco de tiempo y paciencia, esta solución puede ser una buena opción. Herramientas como TrueCrypt nos permiten crear particiones cifradas dentro de nuestra memoria pero tienen la complicación de que necesitaremos tener privilegios de administrador para transferir archivos a un ordenador. Otras, como Rohos Mini Drive no precisan de estos privilegios porque usa una app que instalará dentro del USB y que ejecutrá cada vez que se conecte la memoria a un ordenador para, una vez identificado el usuario, instalar las claves de decodificación. Un funcionamiento similar tiene USB Safeguard.
Las memorias USB son tan prácticas como vulnerables a descuidos y robos pero, como hemos visto, existen maneras de prevenir problemas y protegernos antes eventuales accidentes. Aunque puede parecer que este es un trabajo extra engorroso que no nos apetece llevar a cabo, a la larga nos puede salvar de muchos problemas